Fray Juan Ramírez, un gran ejemplo de persona resilente
Fray Juan nació en España, en un pequeño pueblo de la hermosa comunidad de la Rioja, en Murillo de Río Leza, el 21 de septiembre de 1529.
Hijo de unos humildes campesinos, sus padres, a los 9 años, lo ingresan como novicio en el convento que los dominicos tenían en Santa María de Valbuena, en Logroño.
Buscaban lo mejor para su hijo. En una sociedad como la española del siglo XVI, dónde la mayoría de la población era analfabeta y el acceso a la cultura era un privilegio reservado a unos pocos, entrar en un convento era asegurarle un futuro espléndido y el ascenso social.
Además, sus padres se aseguraban una vejez tranquila. La vida en el campo era muy dura, y que su hijo perteneciese a la clase social que controlaba la tercera parte de la riqueza del país, les proporcionaba una gran seguridad cuándo ya no pudiesen realizar las labores del campo.