¿Cómo alcanzar la felicidad y mantenerla para siempre?
Durante algunos años di clases de Internet e informática a personas mayores. Te estoy hablando de alumnos que alguno tenía 80 años para que te hagas una idea. Era la época en que Internet aún no estaba en todas las casas por lo que sólo se conectaban en el aula.
Fue una experiencia fantástica la verdad. Llegaba media hora antes a dar la clase y la mayoría ya estaba en el ordenador practicando lo que habíamos visto la jornada anterior. También venían «oyentes» de cursos de otros años sólo por recordar lo aprendido. La clase se alargaba en el tiempo porque tanto ellos como yo disfrutábamos mucho.
Los que más interés tenían, los que sacaban mayor partido a las clases, eran sin duda los que mas alegría y felicidad transmitían. Celebraban como niños poder enviar a un hijo que estaba en el extranjero una foto suya de cuando eran jóvenes y no veas que risas había cuando un minuto después le contestaba el hijo con un mail adjuntando una foto de sus nietos.
Por no hablarte de cuándo hacíamos visitas virtuales a museos, o cuándo entraban en un chat y hablaban con gente de otro país sobre comida o aficiones.
Mantuve el contacto con ellos a través de mail durante años y ha sido una de las mejores experiencias personales y profesionales que he podido tener.
Un consejo si les das clases a personas mayores. No les digas: «pensar una contraseña para el correo y no se la digáis a nadie». Mejor esta opción: «apuntad en un papelito la contraseña secreta y guardarla en vuestra cartera».
Tanto dando clases, como cuándo trabajé en una empresa que cuidaba personas mayores, he podido constatar que aquellas personas con mejor salud, con mejor memoria y que vivían más años eran las que más felices se sentían.
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