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Descubre cómo cambiar tus malos hábitos y llevar una vida saludable

¿Tienes la sensación de que por mucho que te lo propongas no vas a ser capaz de eliminar tus adicciones y hábitos poco saludables?

Este artículo va encaminado a conseguir que de una vez por todas puedas conseguir hacer un cambio en tu vida positivo, que elimine tus malos hábitos y los sustituyas por otros que sólo traerán beneficios a tu salud.

No va a ser un camino de rosas, pero si eres lo bastante astuto como para aplicar los consejos y las técnicas de las que te voy a hablar, es más fácil de lo que tu crees y te garantizo que lo conseguirás.

Si no has montado a caballo te lo recomiendo. Es una actividad que si la realizas por el monte y en grupo, es muy gratificante.

La primera vez, como todo en la vida, tuvo sus dificultades. Primero verse encaramado a un animal tan grande impresiona. Cerraba el grupo de 6 caballos y pronto vi que no iba a ser tan sencillo. Cruzamos por una carretera por dónde podía pasar algún coche. Intenté retener un poco a mi caballo pero él siguió como si nada detrás del grupo.

De repente el caballo se para y empieza a comer de un arbusto que había en el camino. Acordándome de las películas de vaqueros le doy con las rodillas y le suelto un arreee. Ni caso. Viendo que me estaba quedando rezagado en un monte del que no sabía salir, anocheciendo y con un animal enorme entre mis piernas no tuve más remedio que gritar.

DISCULPAAA SEÑOR INSTRUCTOOOR!!! Es que mi caballo se ha parado  😯

Si, como si fuese un coche sin gasolina. El instructor me dice: «eso te pasa porque ha detectado que eres un novato y ahora manda él. Tírale de las riendas y no dejes que coma. Tampoco vayas tan tenso, que tienes los hombros subidos en las orejas y estás poniendo nervioso al caballo. Y te pones de primero del grupo que no quiero perder a nadie.»

Vale, entendido. A partir de ese momento el paseo fue mejor. Que el caballo intentaba merendar, tirón de riendas, que quería ir por otro camino al marcado, lo mismo.

Al final disfruté mucho, aunque al día siguiente tenía los abductores de las piernas con agujetas y el cuerpo en general bastante cansado de la tensión.

Se puede decir que realizar un cambio de hábitos en la vida es como montar a caballo. Todos tenemos dentro de nosotros un Caballo grande y medio salvaje -nuestro lado emocional e instintivo- y un Jinete -el lado racional-. Si subido a esa bestia vas por una camino lleno de piedras y cuesta arriba y quieres ir por donde se te antoje, tranquilo y relajado, no lo vas a conseguir. Ese Caballo desbocado es el que suele ganar todas las batallas, el que nos hace comer o beber de más, no hacer ejercicio, o mantener cualquier hábito poco sano.

Los cambios fracasan porque no somos capaces de dirigir al Caballo.

El Caballo suele ser muy caprichoso y perezoso, es muy complicado dirigirlo y gana casi siempre. El ansia que tiene por pararse y hacer lo que quiera, es muy grande. Es el Caballo el que se para a comer, el que va por donde más le apetece y el Jinete, nuestro lado racional, es incapaz de llevarlo por dónde nosotros queremos.

Aunque el Jinete tiene la capacidad de pensar a largo plazo, de planificar e identificar la mejor opción, no tiene la fortaleza suficiente para llevar al Caballo por el camino correcto. Por lo menos al principio y durante mucho tiempo.

De todas formas nuestro Caballo tiene sus virtudes. Vive en el territorio de las emociones. Es responsable del amor, de la lealtad, de la compasión, de la empatía. Y es el que al final va a conseguir lo que te propongas. Va a tener la fuerza y la determinación que necesitamos para hacer el cambio.

Por otro lado, el Jinete sus defectos. Es el responsable de que estemos en cama dándole vueltas a problemas sin solución o poco importantes y es el que nos paraliza en las decisiones que debemos tomar por tanto análisis.

Los dos tienen que ir al unísono, formar un tándem bien sincronizado. La fuerza y la pasión del Caballo unida a la planificación y dirección del Jinete.

Por tanto, para cualquier cambio que queramos hacer y mantener en nuestras vidas, tenemos que hacer 3 cosas:

 Dirigir al Jinete: Que sepa de forma clara la dirección y los pasos a seguir.

 Motivar al Caballo: El Caballo es muy fuerte y si no está por la labor, no vamos a poder llevarle por dónde queramos a la fuerza, . Necesita estar motivado y convencido de que ese es el camino. Si no lo hacemos, agotará nuestras fuerzas y acabaremos pensando que somos perezosos.

 Allanar el Camino: Necesitamos un camino lo menos empinado posible y con pocos obstáculos.

La conexión de estas 3 partes son las que necesitas para logar el cambio.

No te puedo decir que no te va a costar sacrificios, porque no es cierto. Pero por lo menos te diré como puedes conseguir que sea más fácil.

Si no estás convencido de que el cambio tiene que pasar por estos 3 elementos del cambio vamos a profundizar en ellos.

Actúa de forma diferente para cambiar tus hábitos

En un experimento que hicieron en un cine de EE.UU. les dieron a los asistentes un cubo inacabable de palomitas y un refresco gratis a cambio de cubrir un cuestionario sobre la tienda al terminar la proyección. Había dos tamaños, mediano y mega grande. Era imposible terminar ambos por su tamaño. Las palomitas estaban asquerosas, estaban pasadas de días.

Los investigadores querían saber si comerían más palomitas los que tenían el cubo enorme o el que tenía el mediano. Los resultados fueron sorprendentes. Comieron un 53% más, es decir, 173 calorías más, los que tenían el cubo grande. El autor del estudio, Brian Wansik, repitió el estudio en distintas horas y películas, los resultados siempre eran los mismos. A mayor recipiente más comida ingerida. Aunque estuviese asquerosa. Sin embargo la percepción de los encuestados es que no habían comido más por el tamaño del cubo.

¿Cómo podríamos cambiar la actitud de estos tragapalomitas? ¿Dándoles una charla sobre hábitos de consumo sano? ¿Convenciéndoles de que comer hasta estar lleno no es bueno para su salud? No serviría casi seguro de nada. La mejor solución es cambiar el tamaño del cubo. Así de sencillo.

Cambiando la situación de esa persona.

La única manera de poder realizar un cambio de hábitos es actuar de forma diferente. Todos sabemos que cualquier cambio nos supone un esfuerzo. Pero los hay fáciles y difíciles de hacer.

Si hablamos de bajar al bar a tomarte un vino o una caña con una tapa de tortilla, o tomar todos los días un helado después de la cena, te aseguro que el hábito lo adquieres en unos días. Pero si es el de hacer ejercicio de forma regular, dejar de fumar o comer sano, vas a tener que dedicarle más tiempo y más esfuerzo. Además, no hay 2 personas iguales, ni sus circunstancias personales son las mismas.

El problema radica en que el corazón y la mente entran en conflicto.

Imagina que decides levantarte temprano todos los días para ir a andar o al gimnasio. Es invierno, hace frío, suena el despertador muy temprano y tu estás muy calentito y cómodo en la cama. Aquí empieza la lucha en tu lado racional, el consciente -tienes que hacer ejercicio- y tu lado emocional, el que siente dolor y placer-con lo cómodo que estoy no me levanto ni de broma-.

El autocontrol es un recurso limitado

El autocontrol es una pieza clave a la hora de eliminar cualquier adicción de nuestras vidas. El problema es que es agotador. Te acaba consumiendo y por eso gran parte de nuestras tareas se hacen «en piloto automático». Podemos conducir pensando en cualquier cosa, o comer o ducharnos sin esa necesidad imperiosa de supervisar nuestras acciones.

Cuánto mayor es el cambio que tenemos que hacer, más se agotará la capacidad de autocontrol

¿Qué sucede cuándo estamos bajo mínimos en nuestra capacidad de autocontrol? Que no podemos concentrarnos, ni pensar con creatividad pero sobre todo, no podemos inhibir nuestros impulsos ni persistir frente al fracaso o la frustración.

Es por eso mismo por lo que no te puedes poner barreras mentales ante cualquier cambio con la excusa de que soy perezoso. La pereza puede ser sólo que estás agotado. Que los músculos que necesitas para hacer un cambio están sin fuerza alguna.

Si intentas instaurar un nuevo hábito después de todo un día lidiando con los problemas del trabajo, atender a los hijos, ayudar a tu pareja, va a ser casi imposible. No vas a tener la fuerza necesaria para imponerte un nuevo hábito que supone un sacrificio, por la sencilla razón de que tu capacidad de autocontrol,  los músculos del cambio están desfallecidos.

Si puedes madruga y empieza el día con ese nuevo hábito. Hacer ejercicio, escribir un blog, meditar, lo que sea que quieras implantar en tu vida, lo harás de una forma más fácil cuándo tienes los músculos del autocontrol con fuerza. Al final del día ya tendrás tiempo de tumbarte en el sofá, tomar un vino o una cerveza y premiarte por haber conseguido tu propósito.

Un error que cometemos es nuestra tendencia a atribuir el comportamiento de las personas a su forma de ser en lugar de la situación en la que se encuentren.

También puede suceder que no tengas claro el camino a seguir. No es que te resistas a querer cambiar, sólo que no sabes como hacerlo. El Jinete, cuándo no tiene claro el camino a seguir, acaba guiando al Caballo en círculos.

Es importante que tengas muy claro que pasos has de dar para conseguir el cambio. De nada vale que te repitas a ti mismo que has de comer más sano o llevar una vida más saludable si no sabes que pasos has de dar.

Esto también lo he aplicado durante muchos años en los que he dirigido equipo de comerciales. No sirve de nada decirle a un comercial: este mes tienes que aumentar las ventas para alcanzar tu objetivo, darle una palmadita en la espalda y a correr.

Hay que decirle, cada 10 llamadas consigues una visita. Cada 2 visitas consigues una venta. Llamando 2 días a la semana necesitas aumentar sólo esas 10 llamadas cada día para conseguir 4 ventas más. De esta forma el Caballo conoce su camino y no tiene ansiedad y el Jinete no necesita estar analizando todos los posibles medios para aumentar el objetivo genérico de aumentar las ventas.

Veamos un ejemplo. Quieres comer más sano. La leche entera incorpora grasas saturadas, un vaso equivale a 5 tiras de bacon. La dirección que has de tomar es la siguiente. Cuándo esté en la sección de lácteos del supermercado compraré la leche desnatada de tal marca o con un 1% de materia grasa. Teniendo muy claro el camino consigues vencer la resistencia del Caballo que no es más que falta de claridad.

Dirigir al Jinete

Identifica las excepciones

El Jinete tiene el punto flaco en que da demasiadas vueltas a todo. Además, tiene otro gran defecto. Centra su análisis en los problemas en vez de en las excepciones. Si focalizas tu análisis en los problemas y te centras en intentar solucionarlos, sólo conseguirás perder mucho tiempo y gastar una gran energía. Un exceso de análisis por tanto conduce a la parálisis y al agotamiento.

Veamos un ejemplo a través de lo que tuvo que afrontar en 1990 Jerry Sternin, cuándo Save the Children, la organización internacional de ayuda a los niños necesitados, le pidió que creara una oficina en Vietnam para acabar con la desnutrición infantil. Cuándo llegó al país con su familia, no hablaba una palabra de vietnamita y el Gobierno no estaba nada contento con su presencia. Le dijeron, «tienes 6 meses para conseguirlo y después te marchas».

Con muy pocos recursos y un equipo mínimo, identificó pronto la gran cantidad de problemas a los que se enfrentaba. Resolverlos le agotaría recursos y energía en unas semanas. Tuvo una idea. Viajo por varios pueblos y estableció equipos de madres para que identificasen de entre los niños más pobres, a los más sanos. Después se dedicó a estudiar que hacían diferente esas familias a la hora de cuidar a sus hijos.

Descubrió que en vez de alimentarles 2 veces al día, repartían la comida en 4 comidas para cuidar los estómagos desnutridos. También les obligan a comer y estaban pendientes de que ingirieran con el arroz, camarones y cangrejos, que se molestaban en pescar, y boniatos que les aportaban vitaminas y proteínas. Además se lavaban las manos antes de cocinar.

Una vez identificada la excepción se dedicó a formar grupos de trabajo entre las madres para que probasen, con instrucciones muy claras, los nuevos métodos.

Tras 6 meses, el 65% de los niños estaba mejor alimentados y el programa llegó a 2,2 millones de ciudadanos vietnamitas.

Identificar excepciones en vez de centrarse en los problemas sirvió para motivar al Caballo a través de dar esperanza a las madres, dirigir al Jinete con instrucciones claras, y allanar el camino haciendo que muchas madres trabajasen juntas para involucrar al resto.

La manera por tanto, de evitar la parálisis por exceso de análisis que provoca el Jinete, es fijarse en las excepciones. Así sabrás que camino tomar y podrás llegar a tu destino.

Otra aplicación práctica de identificar las excepciones las encontramos en los terapeutas que se centran en las soluciones. Les preguntan a los pacientes, imagínate que el problema, como por arte de magia ha desaparecido. ¿Qué es lo primero que notarías que te indicase que el problema ha desaparecido? Y ¿qué harías una vez que ya no está?. La siguiente pregunta también es importante: ¿cuándo fue la última vez que viste un poco de ese milagro?.

Se trata de convencer al paciente que tiene primero la capacidad  de resolver el problema. Segundo, identificar que pequeños cambios puede hacer para conseguir su objetivo.

Este mismo sistema lo empleaba cuándo me traían un alumno nuevo a los entrenamientos de fútbol. Venían algunos obligados, ya que eran niños conflictivos, con mal comportamiento, y los padres y los tutores pensaban que una actividad deportiva les serviría para mejorar su actitud.

No tenía tiempo en estudiar ni su pasado ni sus problemas personales, así que buscaba soluciones. Tenía una charla y le preguntaba con qué profesores o personas de su entorno se llevaba bien. Cuando las identificaba le preguntaba que hacían diferente al resto para que tuviese una buena relación.

Las respuestas variaban bastante. Algunos me decían que el profesor le saludaba por su nombre de pila;  procuraba preguntarle si había hecho o no los deberes y que dificultades tenía; le sonreían al verle; reñía a los otros niños si se metían con él; o que no le sacaban a la pizarra ya que le ponía muy nervioso.

Una vez que identificaba aquello que funcionaba con él, lo replicaba y el comportamiento siempre era muy bueno. Buscando las excepciones y con muy pequeños cambios se consiguen resultados espectaculares.

No se trata de fijarse en los problemas y buscar soluciones. Hay que preguntarse que es lo que me ha funcionado, que es lo que me ha ido bien y como puedo hacer más cosas que vayan bien.

Cuándo ha sido la última vez que he podido hacer régimen, estar un día sin beber alcohol o que no he fumado. Identificar que tenía de distinto ese día e intentar volver a crear esas circunstancias.

Describe comportamientos específicos

La parálisis de la decisión también afecta si tenemos demasiadas opciones a nuestro alcance. Por ejemplo, en citas a ciegas de 5 minutos, se consiguen más parejas cuándo se conocen a 8 personas en vez de a 20.

Cuándo tenemos un exceso de opciones nos sentimos desbordados. El Caballo se pone muy nervioso si hay incertidumbre y no tiene claro el camino a tomar. Si no lo tiene claro, para calmarse y disminuir la ansiedad, se irá por el camino que recorre siempre. La variedad de opciones acaba debilitando.

Los cambios generan nuevas opciones que provocan incertidumbre. Si siempre me iba a la hora del café a tomarme un bocadillo al bar de la esquina y quiero empezar a hacer dieta, tengo que saber qué voy a hacer en ese intervalo de tiempo. Necesito tener unas instrucciones de comportamiento tan claras y concretas como sea posible para eliminar la ansiedad del Caballo.

Hasta que no seas capaz de transformar la idea del cambio en un comportamiento específico, no estás preparado para realizar el esfuerzo del cambio

Hay que evitar que Jinete caiga en el análisis, necesitamos que tenga un guión que le permita saber como tiene que actuar.

Visualiza el destino

Otro aspecto muy importante es que los objetivos tienen que tener «corazón». Tienen que tener emoción o nuestro Caballo no se va a ver involucrado para el cambio y necesitamos a Jinete y Caballo atraídos por el mismo objetivo. Necesitamos tener una imagen de futuro atractiva para poder inspirarnos.

Esta imagen final no debe obsesionarte, sólo tenerla presente e intentar tener un muy buen principio y un gran final, y no dejar de avanzar jamás.

Por eso en muchas dietas te piden que pongas de la nevera una imagen tuya cuándo estabas más delgado y en forma, para visualizar el destino final.

Motiva a tu Caballo

Identifica el sentimiento

Ante cualquier esfuerzo para el cambio, el sistema de Analizar-Pensar-Cambiar no te va a valer de mucho. Te va a funcionar mejor Ver-Sentir-Cambiar. Necesitas hablarle al Caballo, algo que afecte a tu lado emocional.

No basta con tomar conciencia de que hay que adoptar un nuevo comportamiento. La razón es que nuestra mente nos engaña muchas veces.

El Caballo tiende a hacer una interpretación lo más optimista posible de los hechos. Nuestra mente es una fábrica de ilusión positiva. Para conseguir el cambio hay que identificar el sentimiento. Pero, ¿qué sentimiento? Rabia, esperanza, felicidad, miedo, sorpresa…?

Seguro que conoces a alguien, o tu mismo has realizado un cambio drástico en tu vida por el miedo, la ansiedad o por un fracaso. Cuando tocas fondo, te diagnostican una enfermedad grave, pierdes a tu pareja por tus malos hábitos o te despiden por ser un mal empleado, es cuándo de verdad te comprometes con el cambio. Esto lo emplean mucho los responsables de ventas. La apelación al miedo, a ser despedido como factor de motivación.

Aunque a corto plazo funciona, la táctica de generar emociones negativas para provocar una reacción rápida, un cambio duradero, necesita de las emociones positivas.

Las emociones positivas amplían nuestro repertorio de pensamientos y acciones. El orgullo de superar cualquier reto, trae consigo ampliar el tipo de tareas que queremos conseguir en un futuro, y hará que queramos conseguir objetivos más ambiciosos.

Si consigues avanzar en tu camino cuéntaselo a tus amigos, familia, y personas que te aprecien. Publica tus avances en Instagram o en Facebook. Deja que llenen tu mente de mensajes positivos y te sentirás orgulloso de ir avanzando.

Reducir la dimensión del cambio

Una estrategia para motivar la acción es hacer que te sientes más cerca de la línea de meta que lo que pensabas. Tener la sensación de que vamos progresando es fundamental. El Caballo en seguida se desanima y se altera, necesita que lo tranquilicen.

Además, al Caballo no le gusta nada aquellas tareas que no le proporcionan un beneficio inmediato. Un truco que funciona es el de los 5 minutos. Si no te gusta nada limpiar u ordenar, puedes dedicar sólo 5 minutos a a esa tarea. Al terminarla te sentirás con más confianza y orgulloso de haber sido capaz de llevarla a cabo. Ese sentimiento se irá retroalimentando y querrás repetirla para volver a tener ese sentimiento de satisfacción.

En todo proceso de cambio necesitas victorias rápidas para motivarte. Cuando trabajas en ventas conseguir a principio de mes alguna venta es un acicate que estimula el entusiasmo y estar entusiasmado es muy importante.

Ante cualquier cambio importante y de envergadura, necesitas fragmentar el cambio. ¿Como te comerías un elefante? Pedazo a pedazo.

Durante los años que he trabajado de comercial he tenido que hacer viajes de más de 1.100 km. en coche en una sola jornada. La mejor forma de hacerlo es fragmentar el viaje en paradas cada 200 km. Es mucho más sencillo pensar que sólo te queda una hora para parar a estirar las piernas o tomar un café, que si piensas en que tienes que estar sentado 10 horas en un coche.

Los éxitos iniciales siembran la esperanza, que es fundamental para motivar al Caballo y alcanzar el destino que es el cambio.

Consiguiendo pequeñas victorias interiorizas el hábito de ganar en vez del de perder. No pensemos que en el proceso de cambio todo van a ser victorias. Daremos dos pasos hacia atrás pero también daremos uno hacia adelante. La clave es ser astuto y definir bien esa pequeña victoria. Tiene que ser significativa y estar a nuestro alcance de forma inmediata.

Si tienes dependencia a las drogas o al alcohol, no te puedes proponer abandonarlas para toda la vida como la tarea final. El Caballo si la ve muy complicada se va a resistir con todas sus fuerzas. El primer y único objetivo es como hemos visto, fragmentar la tarea. HOY no voy a beber ni a tomar ninguna droga. HOY voy a sustituir el helado por una infusión.

Conseguir estas pequeñas victorias te hará entrar en una espiral de comportamientos positivos.

La pequeña victoria, aunque sea casi trivial, es vital. Conseguir que el caballo deje de pararse para comer y avance, aunque sea de forma muy lenta, es lo más importante. Al avanzar tendrá más confianza y sentirá más orgullo.

Identifícate con la mentalidad de crecimiento

Otro aspecto a tener muy en cuenta es nuestro concepto de identidad. Tienes que estar de acuerdo con una afirmación. Aspiro a ser ese tipo de personas que haría ese cambio. Si crees que estarás en ese grupo tienes mucho ganado.

En el ámbito de la empresa vemos este sentimiento de identidad en la fábrica de coches de Toyota. Las opiniones de sus trabajadores son muy tenidas en en cuenta. Es más, tienen permiso para paralizar toda la cadena de montaje si detectan cualquier mínimo defecto.

El problema es que mantener una nueva identidad durante mucho tiempo es muy complicado.

Recuerdo cuando me vi empujado a ir a clases de baile. Tener mediana edad, situarte delante de un espejo y mover las caderas junto a otros individuos que no conoces de nada, hace que tu Caballo se encabrite y sólo quiera salir al galope en dirección contraria. Si aspiras a ser algo parecido a un bailarín vas a tener que asumir la expectativa de fracaso en el camino.

Aquí va a tener importancia saber que clase de persona eres.

Intenta contestar con sinceridad con cuales de estas afirmaciones estás de acuerdo:

  1. Es un tipo de persona concreta y no se puede hacer mucho para cambiarla.
  2. Con independencia del tipo de persona que sea, siempre puede cambiar de forma sustancial.
  3. Puedes hacer las cosas diferentes, pero no puedes cambiar las partes más importantes de tu persona.
  4. Siempre puedes cambiar los aspectos más básico de tu persona.

Según lo que hayas contestado puedes ser:

  • Persona de mentalidad fija: si estás de acuerdo con las frases 1 y 3.
  • Personas de mentalidad de crecimiento: si estás de acuerdo con las frases 2 y 4.

Veamos la características de las personas de mentalidad fija:

Piensas que sus habilidades son estáticas. Que las puedes mejorar un poco, pero que en esencia tus capacidades reflejan tu manera de ser. Tu comportamiento por tanto es una buena muestra de tu manera de ser. Si estás en este grupo, tenderás a evitar los desafíos, ya que si fracasas tendrás miedo a que los demás vean ese fracaso como una indicación de tu capacidad real y que te vean como un perdedor. Te sientes además amenazado con cualquier comentario negativo e intentas aparentar que no haces demasiado esfuerzo.

Veamos la características de las personas de mentalidad de crecimiento:

Piensas que una habilidad es como un músculo que se puede desarrollar, aceptarás más desafíos a pesar del riesgo al fracaso. Procuras que te den más responsabilidad en el trabajo y aceptas las críticas porque te ayudan a mejorar. Seguro que piensas que siempre tienes margen de mejora y que a largo plazo conseguirás con la mejora constante llegar a ser bueno en lo que te propongas. Tienes más en cuenta el esfuerzo que las habilidades naturales.

Cuando he dado clases de matemáticas a niños, he visto muy rápido esa mentalidad. El niño que te dice «es que no tengo mente matemática» o «es que no valgo para las matemáticas» es del grupo de mentalidad fija. Otros no son tan trasparentes y te dicen que el profe es un ser asqueroso que no explica nada.

La cuestión es si podemos transformar esta forma de pensar y llevarla a la del crecimiento.

Hay un estudio muy interesante que hicieron en EE.UU. sobre alumnos en estudios equivalentes de 1º de la ESO. En un grupo se les impartió un programa de formación en mentalidad de crecimiento.

Se les repetía que el cerebro es un músculo que se entrena con el ejercicio. Que todo es difícil hasta que se convierte en fácil. Que cuándo eran pequeños no sabían montar en bicicleta, tocar un instrumento, leer o escribir, ni jugar al fútbol y que con la práctica habían aprendido. Y que nunca había que rendirse, porque no lo dominarás de forma inmediata. La duración fue de 2 horas durante 8 semanas.

Los resultados fueron espectaculares. El grupo normal tuvo una nota media de un 5, mientras que el grupo con entrenamiento tuvo una media de notable. Además, desarrollaron la idea de que trabajar duro y esforzarse no les hace más vulnerables, sino más inteligente.

La mentalidad de crecimiento tiene asumido que el fracaso es parte del proceso. Es connatural con el proceso del cambio, te sirve como aprendizaje, y sabe que es sólo una fase, pero que al final, luchando y peleando, conseguirá llegar a la meta.

Podemos ilustrar esta mentalidad con la respuesta que le dio el director general de IBM, Tom Watson, cuándo convocó a un ejecutivo que en los años 60 hizo perder a la compañía, por una mala decisión, 80 millones de dólares de la actualidad. Le preguntó el director si sabía para que lo había hecho venir. La respuesta fue que suponía que era para despedirle, a lo que Tom Watson le respondió: ¿Despedirte? Desde luego que no. Acabo de invertir 80 millones de dólares en tu educación.

Otro ejemplo lo tenemos en Molly Howard cuándo fue nombrada nueva directora del Jefferson County High School, con un nivel de pobreza muy alto entre sus alumnos, de los cuales sólo un 15% llegaban a la Universidad.

Entre otras medidas tomó una sorprendente. Eliminó los suspensos por una nueva nota: AN, aún no. Los alumnos que tenían esa nota estaban obligados a ir repitiendo exámenes hasta alcanzar el aprobado. Esto hacía cambiar las expectativas al alumno de que era capaz, que podía conseguir el aprobado.

Las notas subieron de forma espectacular, tanto que se suprimieron las clases de recuperación. En Jefferson no existe el nunca. Sólo el AÚN NO. Molly fue nombrada, de entre 48.000 candidatos, Directora del año en su país.

Con la combinación de aspiración a una nueva identidad y el pensamiento de crecimiento y su persistencia puedes lograr cosas increíbles.

Por un pequeño fracaso en el camino, no dejes nunca de pensar que vas a conseguir el reto que te propongas.

Si tienes Instagram o Facebook sigue a cuentas que te motiven. Tendrás el apoyo además de tu comunidad que celebrará tus éxitos y te animará en tus pequeños fracasos.

Allanar el camino

Si quieres hacer un cambio, tienes que proporcionar instrucciones claras al Jinete y aumentar la motivación y determinación del Caballo. También puedes allanar el camino, para que con un leve empujón, y proporcionándole muchas señales, sepa que se está acercando al destino.

Modificar el entorno hace que el comportamiento adecuado sea más fácil de seguir y el inadecuado más difícil.

Este sistema es que el emplea Amazon para hacer la compra más sencilla. Con un simple click puedes hacer una compra sin casi esfuerzo y recibiendo una gratificación inmediata. Han conseguido que el comportamiento deseado -que la gente consuma en su web- se haga más fácil.

Crea hábitos

Tratamos de encajar en nuestro entorno, entre los amigos, compañeros de trabajo de forma instintiva ya que el comportamiento es contagioso. El entorno refuerza o debilita nuestros hábitos. Los hábitos tienen una gran importancia. Al ser automáticos permiten que el Jinete tenga buenos comportamientos sin esfuerzo.

Como vimos, la capacidad del Jinete de tener autocontrol, de dominar al Caballo, se acaba agotando y por eso es necesario que puedan ocurrir cosas buenas «en piloto automático».

Nuestros hábitos están muy relacionados con nuestro entorno.

¿Cómo podemos conseguir que nuestra mente, nuestro Jinete se prepare para un nuevo hábito?

Los desencadenantes a la acción son muy útiles ya que nos motivan a hacer aquello que tenemos que hacer. Al anticipar la decisión conservamos el autocontrol del Jinete, protegen los objetivos propuestos de las distracciones tentadoras, de los malos hábitos o los objetivos en conflicto.

En caso de objetivos fáciles, los desencadenantes a la acción sólo incrementan los éxitos de un 78% a un 84% pero en el caso de objetivos difíciles se triplica la probabilidad de éxito. De un 22% a un 62%.

Tienes que obligarte a ser muy específico. Cuándo y dónde vas a poner en marcha el plan.

El hábito tiene que ser fácil de adoptar y tiene que ser sencillo.

El General Pagonis que dirigió la logística de la Guerra del Golfo, necesitaba tener reuniones breves por falta de tiempo pero muy efectivas. Tenía que movilizar más de medio millón de tropas por el mundo junto con su equipamiento, suministrar 4,9 billones de litros de combustible, servir 122 millones de comidas y repartir 32.000 kg. de correo.

¿Cómo consiguió tener reuniones efectivas? Instauró dos hábitos en su equipo. Reuniones con todos los responsables de 8.00 a 8.30. de la mañana y todas eran de pie. Veamos que dice el propio General Pagonis:

«En seguida descubrí que si se quedaban de pie, las cosas fluían mucho más deprisa. Cada uno decía lo que tenía que decir y luego rápidamente pasaba el testigo al siguiente. En la rara ocasión que alguien comenzaba a alargarse demasiado o a filosofar, entre el grupo se empezaba a vislumbrar un inconfundible lenguaje corporal. Trasladaban el peso del cuerpo de un pie a otro, bostezaban, miraban el reloj, y en poco tiempo la conversación volvía a centrarse. No recuerdo la última vez que tuve que poner orden. La presión del grupo tiene mucha fuerza».

Este tipo de reuniones también se emplean en proyectos de programación de Silicon Valley, que dan mucha importancia a la colaboración rápida.

Por tanto, si quieres instaurar un hábito en tu vida, crea un hábito sencillo, fácil de adoptar.

Si quieres ir al gimnasio por las mañanas, deja la bolsa con la ropa preparada la noche anterior. O queda con un amigo para que te recoja para ir al gimnasio.

Otro truco para intentar mantener el Caballo en el camino, es decir, mantener la motivación y ayudar al Jinete a la agotadora tarea de controlarlo, es una simple lista de tareas. Escribe en una libreta o en una app todo aquello que necesitas para conseguir el objetivo de un nuevo hábito. Puedes emplear la app keep para android o para iPhone.

Utiliza la fuerza del grupo

También es importante realizar el viaje del cambio en grupo. El comportamiento es muy contagioso y es mucho más fácil perseverar si vas acompañado. De forma inconsciente tendemos a imitar lo que vemos en nuestro entorno. Por eso si alguien se cae en la calle y hay mucha gente todo el mundo se queda mirando para ver si alguien va a ayudarle. Lo primero que hacemos es estudiar al grupo para ver su comportamiento. Si sólo estáis esa persona y tú en la calle seguro que le ayudas al instante.

También podemos ver esta tendencia a imitar al grupo, en el estudio que hizo durante 32 años a 12.067 personas el Dr. Nicholas Christakis de la Harvard Medical School . Concluyó que cuando una persona se vuelve obesa, la probabilidad de que sus amigos íntimos lo sean, se multiplica por tres. Cuando miras a los que tienes a tu alrededor cambia la idea de lo que es un cuerpo aceptable. Podríamos decir que la obesidad es contagiosa.

Esta claro que tendemos ante una situación desconocida ver como actúan los demás. Y cualquier proceso de cambio es una situación desconocida por lo que tenemos que estar muy atento a las señales sociales, nos pueden facilitar el cambio o condenarlo.

Si quieres llevar al Caballo por un camino es mucho mejor que siga al grupo.

Apúntate a alguna actividad dónde todos tengáis el mismo objetivo, senderismo, gimnasio, club de pádel, clases de baile, etc. Si quieres adelgazar, apuntarte a una Sociedad Grastonómica, o si quieres dejar las drogas, al Club de los Amigos del Cannabis, no es la mejor idea.

Otra opción es utilizar las redes sociales como Instagram o Facebook. Tener amigos virtuales que te van apoyando en el proceso de cambio es muy motivador. También estar en contacto con otros que han conseguido liderar el cambio y conseguir el mismo objetivo que tienes tú, es aprovechar la fuerza del grupo.

Sigue a cuentas que te puedan ayudar con consejos de nutrición como @nutriciondeportiva17 en Instagram si tienes el propósito de mejorar tu alimentación. O escucha podcast en Ivoox sobre motivación como la Academia de Marketing Online si tu objetivo es escribir un Blog.

 

Celebra tus éxitos

Una vez que has comenzado el camino del cambio con un primer y sencillo paso, es necesario mantenerse en movimiento. Lo primero es celebrar que has conseguido darlo. Tendemos a centrarnos en lo negativo, en los problemas y no damos la necesaria importancia a lo positivo.

Dar ese primer paso ha supuesto, motivar a tu Caballo, dar instrucciones claras a tu Jinete y llevar a ambos por un camino lo más cómodo posible. Es maravilloso lo que has conseguido! El cambio es una sucesión de pequeños pasos, significa progreso y el progreso es fantástico. El cambio de hábitos es una mera exposición a situaciones nuevas, y cuánto más lo hagas, más te va a gustar.

Al cambiar de forma de actuar vas a cambiar también tu forma de pensar y al cambiando tu identidad irás reforzando el cambio de hábitos.

¿Cuándo sabrás que has conseguido llegar a instaurar ese cambio en tu vida? Cuándo necesites actuar de esa forma siempre. Al encontrarte incómodo por no haber jugado tu partido de pádel semanal, al no haber realizado tu sesión en el gimnasio, o no preparar tu comida de dieta.

En los inicios, la inercia de los nuevos hábitos va a suponer un freno en el proceso del cambio pero llegará un momento en que cambie la inercia y esos pequeños pasos apoyen el proceso y acaban siendo un gran cambio, fruto de la suma de los pequeños cambios.

No te puedo decir que sea fácil, ni saber el tiempo que te va a llevar conseguirlo. Los inicios no son fáciles. Pero te aseguro que lo vas a conseguir. Tienes que tener de tu parte al Jinete, al Caballo y un camino transitable. Es decir, tener una dirección clara, estar muy motivado y un entorno que facilite el cambio.

Si tu corazón está inquieto de esperar tanto tiempo al cambio que deseas. Si estás harto y agotado al transitar por el camino de los hombres y mujeres cansados por no poder abandonar los malos hábitos.

Si un cambio te esta llamando con fuerza.

Sólo hay una cosa que puedes hacer. Sigue ese sueño donde quiera que te pueda llevar. Vamos, síguelo con toda la fuerza de tu corazón.

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4 comentarios en «Descubre cómo cambiar tus malos hábitos y llevar una vida saludable»

  1. El artículo me ha parecido muy interesante.
    El simil del jinete y el caballo es genial para comparar cosas de la vida cotidiana que a veces se desmandan o se nos van de las manos y son muy dificiles de controlar.
    A partir de ahora lo recordaré e intentaré controlar al caballo cuando se quiera poner al galope.
    Gracias.

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